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Graduarse con Propósito: Lo que Aprendí Más Allá del Título
Hoy quiero compartir una reflexión muy especial con ustedes. Hace unos días tuve el privilegio de participar en una ceremonia de graduación. Me invitaron a dirigir unas palabras a los nuevos graduandos, y al hacerlo, también me encontré volviendo a mis propios pasos, a ese momento donde comenzó una transformación profunda.
Nohora Díaz
4/30/20252 min read
Hablar de Analítica, Hablar de Vida
Un Mensaje a los Nuevos Graduandos
Cuando empecé mi maestría, buscaba mucho más que un título. Quería aprender a tomar mejores decisiones, a usar la tecnología como aliada, y a generar impacto a través de los datos. Sabía que el conocimiento sería valioso, pero no imaginaba cuán profundamente cambiaría mi forma de pensar y actuar.
Con el tiempo entendí que esta maestría fue mucho más que clases y proyectos. Fue una brújula. Me enseñó a hacer las preguntas correctas, a ver a las personas detrás de los datos, y a conectar la analítica con la empatía. Aprendí que la inteligencia artificial y los modelos predictivos no son solo herramientas técnicas, sino formas de transformar realidades cuando se aplican con propósito.
Gracias a lo aprendido, hoy lidero una empresa que acompaña a organizaciones en su camino hacia la adopción consciente de la IA. Trabajo con equipos en tres continentes y sigo aprendiendo todos los días. Pero más allá de los logros profesionales, hay tres ideas que me han acompañado desde entonces y que quiero dejarles hoy:
1. Confía en ti.
La única persona a la que no puedes fallarle es a ti mismo. Las decisiones más importantes no son las que tomamos para complacer a otros, sino las que nacen de la autenticidad. Ser fiel a ti mismo es una declaración de respeto propio. Solo cuando confiamos en nosotros podemos inspirar a otros a hacerlo también.
2. Sueña en grande (y con propósito).
Soñar no basta. Hay que dedicar tiempo real a descubrir para qué estás aquí. Sin propósito, no hay dirección. Y sin dirección, cualquier camino cansa. El propósito no siempre se revela de inmediato, pero se cultiva con intención.
3. Cultiva tus hábitos.
El éxito no llega de un gran salto, sino de pequeñas mejoras constantes. Como dice Hábitos Atómicos de James Clear:
“Es notable lo que puedes construir si no te detienes…”
Durante la maestría, casi sin notarlo, cultivamos el hábito de aprender, de construir comunidad, de mejorar paso a paso. Y eso es lo que hace que hoy estemos mejor preparados para adaptarnos, crecer y crear nuevas oportunidades.
Ocho años después de mi propia graduación, viviendo en otra ciudad y con nuevos desafíos, puedo decir con certeza que sigo cosechando frutos de esa etapa. Lo más valioso que me dejó no fue un diploma, sino una mentalidad: disfrutar el camino con curiosidad, intención y gratitud.
La inteligencia artificial y los datos seguirán transformando nuestro entorno. Pero más allá de la tecnología, el verdadero poder está en nosotros: en nuestros hábitos, nuestras decisiones y nuestra capacidad de imaginar nuevos futuros.
Quien domina sus hábitos, domina su destino.
Y quien camina con propósito, transforma todo lo que toca.
¡Felicitaciones a quienes hoy se gradúan!
Y a quienes siguen caminando, que nunca falten las buenas preguntas.
Gracias por leer,
Nohorita, nohorita@luloanalytics.com
